jueves, 12 de julio de 2012
El libro más enigmático del mundo
Pocos manuscritos hay en la historia más misteriosos e intrigantes que el manuscrito Voynich, un libro que fue escrito hace unos quinientos años en un extraño idioma (al que se le ha denominado como voynichés) y que a día de hoy todavía no ha podido ser descifrado por ninguno de los muchos expertos que lo han intentado. Si esto es poco, el libro está repleto de ilustraciones de diversa temática, que van desde la botánica, la astrología y la cosmología, hasta la biología y la farmacéutica.
Hasta aquí podría parecer un antiguo tratado sobre conocimientos varios de los muchos que existen de dicha época, a no ser porqué los dibujos del manuscrito Voynich nos muestran una serie de plantas, animales y situaciones cotidianas desconocidas en nuestro planeta. Se podría decir que es como un “manual de botánica y ciencia de otro planeta”. A parte, en el manuscrito se representan una serie de instrumentos que bien podrían ser microscopios y lentes de aumento rudimentarias, junto con ilustraciones de lo que podrían ser células y bacterias, algo bastante inusual si se tiene en cuenta que alguna de las teorías de su autoría lo sitúan en el siglo XIII.
microscopiosArriba, microscopios del siglo XVIII, abajo artefacto similar del Voynich que algunos dicen que eran tarros para guardar las hierbas.
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El Voynich está considerado por muchos como el Santo Grial de la criptografía histórica. A lo largo de su existencia ha sido objeto de intensos estudios por criptógrafos profesionales y aficionados, pues todas sus páginas se están disponibles y se pueden estudiar en la red. Pero ninguno ha logrado descifrar ni una sola palabra del libro, en este punto son muchos los que opinan que el manuscrito es un engaño, un fake medieval que alguien escribió por motivos desconocidos y que todo su texto no es más que una secuencia azarosa sin ningún sentido.
Sin embargo, pese a que parece ser que en diversas páginas se repiten los mismos signos, todo el manuscrito cumple la ley de Zipf, que viene a decir que en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición. Esto hace pensar que el texto está redactado en un lenguaje concreto y natural, ya que en lenguajes artificiales creados a propósito, como los élficos de Tolkien o el Klingon de Star Trek no se cumple esta regla.
Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley. Es prácticamente imposible que el autor del manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada muchos siglos después, y por tanto que la aplicase a una lengua inventada por él.
En muchas de las ilustraciones se pueden observas baños conjuntos de mujeres desnudas en extrañas piscinas y tubos como en la imágen de arriba
El manuscrito debe su nombre a Wilfrid M. Voynich, quien encontró el libro en 1912 en una biblioteca jesuita del colegio de Mondragón, cerca de Roma, donde parece ser había sido donado por Athanasius Kircher (criptólogo alemán) a finales del siglo XVII, quien a su vez lo habría conseguido de Johannes Marcus Marci, rector de la universidad de Praga en aquella época y que a su vez lo habría conseguido de Georgius Barchius, alquimista que trabajo en la corte de Rodolfo II, el que ha su vez lo habría conseguido de Jacobus Horcicky de Tepenecz, también alquimista, quien se habría apoderado del manuscrito tras la muerte de Rodolfo II, a quien pertenecía el libro hasta el 1622. Es posible que el libro llegara hasta la biblioteca del sacro emperador romano de manos de Johannes Kepler, quien entre los años 1584 y 1588 vivió en la corte de Rodolfo. Kepler, gran aficionado a la alquimia, matemáticas, astrología y astronomía, era un gran admirador del trabajo de Roger Bacon y atesoraba muchos de sus manuscritos originales. Es por este motivo que el manuscrito Voynich se atribuye por muchos al tal Roger Bacon, quien supuestamente lo habría escrito casi cuatro siglos antes. Roger Bacon fue un monje franciscano y alquimista del que se dice habría creado un código para camuflar sus investigaciones sobre la piedra filosofal y el elixir de la vida.
Voynich
Extracto del texto de una página cualquiera
Como veis, el manuscrito Voynich se pierde en una marea de manos de personajes más que curiosos en el que es difícil seguir el hilo de su historia. Las teorías sobre su origen son muchas y variadas. Están los partidarios sobre la atribución real a Roger Bacon, quien fuera el inventor de la lupa y con el que se especula sobre la invención de microscopios y telescopios mucho antes de su invención reconocida. Están los que opinan que el manuscrito fue obra de Johannes Marcus Marci, que junto a Raphael Missowsky habrían creado el manuscrito para poner en ridículo a Athanasius Kircher, quien ya había sido estafado con un texto fraudulento por el orientalista Andreas Mueller.
Otra teoría pone en el tablero a dos nuevos personajes que también residieron en la corte de Rodolfo II (personalmente es la que más me convence). Estos personajes son Francis Bacon, escritor y aficionado a todos los temas ocultos y su buen amigo, Cornelis Drebbel, quien fuera jefe alquimista en la corte de Rodolfo II en la época en la que supuestamente aparece por allí el manuscrito. Curiosamente, Drebbel era un gran aficionado a los microscopios y telescopios y él mismo los fabricaba y vendía. Francis Bacon escribió un libro titulado “La nueva Atlántida” en 1626, donde los paisajes, lugares y costumbres descritas coinciden más que sorprendentemente con las ilustraciones del Voynich. Es más que probable que el manuscrito fuese escrito por Drebbel a modo de apoyo para el libro de Francis Bacon. Como una biblia de la nueva Atlántida que envolvería la obra de Bacon como algo real, no fictício, y que impulsaría su éxito.
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Supuestas ilustraciones de vida celular
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Resumiendo. No se tiene ni idea de quién fue el verdadero autor del manuscrito, no se sabe si su texto es falso o en realidad tiene algún sentido. No se sabe en qué época fue escrito ni por qué motivos… Interesante ¿Verdad?
Actualmente el manuscrito Voynich se encuentra en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale, catalogado como el ítem MS408.
Se utilizó pluma de ave para escribir el texto y dibujar las figuras con pintura de colores; según se puede apreciar, el texto es posterior a las figuras, ya que en numerosas ocasiones el texto aparece tocando el borde de las imágenes, algo que no ocurriría si éstas hubiesen sido añadidas posteriormente.
El libro tiene alrededor de 240 páginas de pergamino, con vacíos en la numeración de las mismas lo que sugiere que unas 28 páginas se habían extraviado ya antes de su compra por Voynich.
NOTICIA DE ÚLTIMA HORA ¿Atlántida en Bolivia?
El investigador británico Jim Allen, geógrafo y cartógrafo, ha descubierto en los Andes bolivianos una región que coincide con la descrita por Platón al referirse a la Atlántida. El hallazgo en la zona de milenarios cerros rodeados de canales concéntricos, ruinas de edificios megalíticos y piedras multicolores y la presencia del misterioso metal oricalco (que los nativos del lugar llaman “tumbaga”) hace cobrar veracidad a la desafiante hipótesis de Allen, que ubica la mítica civilización perdida en el occidente de los pilares de Hércules.
Una planicie rectangular
Jim Allen sostiene que la Atlántida se encontraba en la zona de Oruro (Bolivia), cerca del lago Poopó, en pleno altiplano boliviano. La hipótesis de Allen se basa en que la descripción platónica de la Atlántida –“una planicie rodeada de montañas”
y situada por encima del nivel del mar– encaja con la geografía de este enclave sudamericano. Platón se refirió asimismo a la capital del continente atlante, que ubicó en una isla volcánica denominada también Atlántida. Según Allen, tal circunstancia resolvería el enigma de la repentina desaparición de la mítica civilización, ya que –explica– lo que se hundió no fue el continente, sino la isla-capital.
¿Por qué en ese lugar y no en otro?
La teoría original se publicó en 1998 en el libro Atlántida: la solución andina. Hasta entonces la información sobre el altiplano boliviano era escasa. Hoy, gracias a las fotografías satelitales de Internet y a varias expediciones, hemos podido confirmar que esta fue la ubicación original de la Atlántida. En concreto, Pampa Aullagas (Oruro, Bolivia) es el único lugar del mundo que encaja con la descripción geográfica de Platón. En la actualidad la zona aún mantiene anillos concéntricos de tierra y formaciones de canales como los descritos por el filósofo griego.
Y, al parecer, se han producido nuevos descubrimientos que pueden corroborar la veracidad de su hipótesis…
El último se realizó gracias a la fotografía satelital de alta resolución: un sistema de canales de irrigación que cubría el desierto al sur de Oruro. Al principio, la mayoría de los expertos se rieron cuando se expuso la idea de su existencia en esta particular región del altiplano.
¿Qué método ha empleado para hallar los canales situados en Pampa Aullagas?
Seguir al pie de la letra las descripciones de Platón, sobre todo aquella que hace referencia a la planicie rectangular en el centro de la isla. Busqué ese lugar por toda América hasta encontrar uno que encajara totalmente con la imagen que dibujaba el filósofo. He tardado varios años y numerosas expediciones hasta que he encontrado el sitio preciso sobre el terreno debido a que cuando inicié mi investigación las fotos satelitales eran demasiado caras y de escala muy reducida.
Vestigios del pasado
Los bloques y las ruinas monumentales de Tiahuanaco, situados muy cerca del lago Titicaca, tienen una antigüedad de más de 12.000 años. ¿Cree que podrían haber pertenecido a la cultura atlante?
La datación que usted dice está basada en la arqueoastronomía y no es aceptada por la arqueología oficial. Para la datación atlante hay dos posibilidades: el año indicado por Platón (9500 a.C.), según el calendario solar, y otra fecha que gira en torno a 1200 a.C., según el calendario lunar. Esta última concuerda con la época en la que se produjo la invasión de Egipto por los pueblos del mar, así como con la Guerra de Troya. No olvidemos que Platón situó temporalmente la cultura atlante en relación a una batalla que describió como el más eximio logro de los griegos. Por ello, estas ruinas podrían perfectamente haber pertenecido a la Atlántida.
¿Es posible que existan más construcciones que apoyen la ubicación de la Atlántida en esta región?
Hasta ahora no se han encontrado otras construcciones de estas características. Sin embargo, las piedras del lugar son de los colores descritos por Platón –rojo, negro y blanco– y muchas de esas rocas parecen haber sido cortadas y usadas en edificaciones anteriores. Asimismo, tampoco podemos descartar que hayan existido otras ciudades asociadas a la Atlántida en cualquier otra región de Sudamérica, aunque la más probable es la del Beni boliviano. Pero la destrucción provocada por los terremotos en la zona, a la que hay que sumar los efectos de un tsunami en el lago cercano, no dejó nada en pie, solo algunos bloques de piedra.
Foto aérea de los canales arenosos cuando están llenos de agua.
Foto oblicua de satélite de la isla volcánica en Pampa Aullagas en la estación seca.
La llanura alrededor se ha hundido y el mar interior cercano ha retrocedido dejando la isla a la vista como un volcán en tierra seca.
El cono volcánico, de 5 estadios de diámetro está en el centro de la llanura rectangular, a 50 estadios del mar y está encerrada en tres canales concéntricos de arena que tuvieron agua antiguamente, separados por anillos de tierra.
¿Los antis podrían ser llamados también atlantes?
Sí, es muy interesante su asociación. Un cuarto del imperio inca fue llamado Anti, reino de los antis, una tribu guerrera. No solo tenemos una lista de casi 50 coincidencias entre la descripción platónica del continente perdido y las características del altiplano, sino que, además, el mismo nombre Atlántida comprende dos palabras de los nativos americanos, atl (agua en la lengua nahuatl) y
antis (término quechua/ aymara que define el cobre). Sería muy interesante investigar más sobre los aborígenes antis, ya que el continente sudamericano es conocido por el nombre europeo, sin tener en cuenta su apelativo original, que bajo el apogeo inca fue Tawantinsuyo (tierra de los cuatro cuartos).
Estos lugares se supone, serian los restos de los antiguos canales concéntricos que rodeaban la ciudad.
Nuevas teorías
¿Está de acuerdo en utilizar las fotografías satelitales, como las de Google Earth,
para encontrar ciudades perdidas o yacimientos arqueológicos sin moverse de casa?
Google Earth es una excelentísima herramienta, pero solo se centra en los lugares poblados. Sin embargo, durante el último año ha publicado algunas fotos satelitales de alta resolución de un área del altiplano del sur de Oruro que bordea el lago Poopó gracias a las cuales se puede ver que esta región está cubierta de antiguos canales de irrigación dispuestos en líneas paralelas, como dijo Platón. También se aprecia una doble sección de canales gigantes de 60 m de anchura. Pese a esto, la falta de imágenes puede llevar a hacer una interpretación equivocada, por lo que siempre es necesario realizar expediciones de superficie para verificar lo que se aprecia en las fotografías satelitales.
Después de haber soportado duras críticas, ahora los científicos y las comunidades indígenas dan crédito a su teoría. ¿A qué cree que se debe este cambio?
Aunque no todos los arqueólogos y científicos andinos la aceptan al estar asociada a la Atlántida platónica, la teoría es respetada por las comunidades indígenas del altiplano, que están trabajando en implementar El sendero atlante como una futura ruta turística. Pero, en general, esta propuesta ha tenido mayor aceptación desde que se descubrió que la fecha de ocupación del continente americano es más antigua de lo que se pensaba en un principio.
¿Considera válida la teoría del almirante Flavio Barbiero, que afirma que la Atlántida estaba en el Mar de Weddell, ubicado en la Antártida? ¿Qué piensa al respecto?
Aunque no conozco la teoría de Barbiero, pienso que es imposible que la Atlántida estuviera en la Antártida, ya que esta ha estado cubierta por el hielo cientos de miles de años.
Parque nacional de Sajama
Tras la huella atlante
Usted apunta, incluso, que las ruinas de Tiahuanaco pudieron formar parte de un antiquísimo puerto.
No existe una relación directa, pero yo sospecho que esta civilización recogió el testigo de la Atlántida cuando esta desapareció alrededor del año 1200 a.C., según el calendario lunar. El nivel del lago Titicaca ha fluctuado siempre, por lo que es posible que en un tiempo la ciudadela de Tiahuanaco estuviera en el borde del lago y tuviera un puerto.
¿El estudio de los viejos lagos podría ofrecer más evidencias sobre los antiguos conocimientos de ingeniería de la cultura de Tiahuanaco?
La investigación científica ha confirmado que durante milenios en estos lagos se han alternado períodos de lluvias, en los que el altiplano estaba completamente cubierto por lagunas, y de sequía. Incluso hoy estos cambios bruscos constituyen un problema para los habitantes de la zona. Una de las soluciones para resolverlos podría haber consistido en instalar un sistema de canales, como el descrito por Platón, para conducir el agua desde los lagos y los acuíferos subterráneos hasta otras áreas. Aunque se desconoce si en la antigüedad los lagos del altiplano estaban nivelados, lo cierto es que se hundieron poco a poco hacia el Sur, anegando las regiones sureñas, como algunas cercanas a Pampa Aullagas, cuya parte volcánica quedó en zona seca. También se sabe que hubo una época en la que el cercano lago Poopó tenía una gran cantidad de agua, que podría haber penetrado en la boca del volcán y haber rellenado los canales concéntricos, como describe Platón.
Jim Allen junto a una de las rocas talladas.
Atlántida y altiplano boliviano: Parecidos razonables
En la conferencia de Milos celebrada en Grecia en 2005, todos los expertos sobre la Atlántida detallaron las características más relevantes de la isla– continente. La teoría de Jim Allen encontró varios puntos en común con ellas. Son los siguientes:
La descripción geográfica de la isla.
La existencia de anillos concéntricos.
Su ubicación fuera de los Pilares de Hércules.
Su extensión, más grande que todo Oriente Próximo.
La presencia de manantiales de agua fría y caliente junto a depósitos minerales.
La ubicación del altiplano boliviano en una extensión plana, cerrada por montañas y con desembocadura al mar, al igual que la Atlántida.
El hallazgo de rocas de color negro, blanco y rojo.
La existencia de canales de irrigación.
Titicaca: Todos los canales conducen a él
Recientes estudios desarrollados en la capa de hielo del parque de Sajama (Oruro, Bolivia) sugieren que el lago Titicaca ha sufrido cambios sucesivos de nivel durante los últimos 11.500 años, alternando períodos de sequía con inundaciones. Cuando alcanza su máximo nivel el agua se desborda y desciende hasta el río Desaguadero, nivelándose en el altiplano y en el lago Poopó. Por eso, en tiempos lejanos las ciudades se construían cerca de los volcanes y las planicies. Cerca de Pampa Aullagas aún se pueden ver los restos de un anillo exterior con una hendidura en medio. En esta zona –acorde a la teoría de Allen y al relato platónico– los barcos podrían haber navegado entre los sistemas fluviales interconectados. La sucesiva anegación de tierras provocó la elevación de los campos de cultivo hasta alcanzar el nivel del lago Titicaca. Por su parte, la presencia del agua en los pequeños canales podría haber elevado la temperatura local y aumentado el crecimiento de la producción de grano y cereales. Pero entre 11000 a.C. y 9500 a.C. el lago se desbordó. Durante ese período el altiplano estuvo cubierto por un gran lago llamado Coipasa o Tauca. En esa época, la zona sur del altiplano podría haber sufrido un hundimiento que hizo que su nivel disminuyera. Del estudio del lago Tauca se desprende que el enclave sufrió sucesivos períodos de lluvias y sequías y protagonizó una etapa extremadamente seca entre 4000 a.C. y 3000 a.C. Después, entre los años 2500 a.C. y 1900 a.C., vendría un período húmedo durante el cual se formó un lago en el valle del río Desaguadero. Fue una etapa geológica en la que el agua de estos lagos estaba lo suficientemente alta como para alimentar los canales de la “Atlántida andina”. De ahí la hipótesis de Jim Allen de que el lago Poopó podría haber formado un brazo de mar ascendente hacia el lago Titicaca. Además, se sabe que después se produjo una etapa seca de 400 años (1500–1200 a.C.), lo que hizo que Allen planteara una fecha alternativa para el final de la Atlántida que –casualidad o no– coincide con la invasión de Egipto por parte de las gentes del mar y con el relato de Platón sobre la guerra contra los egipcios.
Fotografía en alta definición de los canales en el altiplano.
La mitología andina…y su relación con la Atlántida
Para Jim Allen, la mitología andina refuerza el relato atlante. Un ejemplo de ello es la leyenda del río boliviano Desaguadero, que habla de una ciudad situada al borde de un lago que fue castigada por los dioses y sumergida por el mar, al igual que Rio Desaguadero refleja el mito platónico. El primero que relacionó ambas civilizaciones fue Francisco López de Gomara en su libro La historia general de las Indias. Asimismo, el navegante Sarmiento de Gamboa fue el autor de otro relato que encuentra conexiones entre Sudamérica y la Atlántida, también considerada las Indias occidentales de Castilla o América y llamada Atlanticus o “la isla Atlántida”. El libro de Gamboa fue ocultado por la Corte española durante más de 300 años, hasta que fue “redescubierto” en 1893.
De las pinturas rupestres…a los territorios inexplorados
En Bolivia hay algunas evidencias más que podrían apoyar la hipótesis de Jim Allen,
empezando por la existencia en la provincia de Santa Cruz de una caverna con pinturas rupestres datadas en el año 7000 a.C. o el hallazgo de avanzadas infraestructuras hidráulicas en un territorio muy poco explorado de más de 200.000 km. Según Freddy Arce, jefe de la Planificación de la Dirección Nacional de Arqueología boliviana, estas obras fueron realizadas por los pueblos que habitaron las regiones boscosas hace más de 2.000 años, coincidiendo con el último período de la cultura tiahuanaquense. Otros sitios arqueológicos de Bolivia también podrían haber formado parte del legado atlante, como Samaipata, donde hay depresiones artificiales, canales y nichos trapezoidales.
El perfil
El geógrafo y cartógrafo británico Jim Allen trabajó como proyectista de fotografía aérea para la Real Fuerza Aérea de Reino Unido y más tarde como dibujante cartógrafo para una empresa pública. Su interés por la Atlántida nació a partir de la publicación de un estudio realizado sobre los orígenes de los antiguos sistemas de medidas. Este le llevó a teorizar sobre la posibilidad de que el altiplano boliviano sea el lugar que el filósofo griego Platón señaló como el emplazamiento del continente atlante.
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